El territorio maya se extiende sobre un área de más de 350,000 km que comprende buena parte del sureste mexicano (los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, y porciones de Chiapas y Tabasco), Belice, el centro y norte de Guatemala y la frontera noroccidental de Honduras.
En el territorio maya podemos distinguir tres grandes regiones, cada una de las cuales representa también una etapa diferente del desarrollo de esta civilización.
1. Región del sur: es la zona cercana al Océano Pacífico y se caracteriza por presentar altas montañas que cuentan con numerosos volcanes. De ella se obtenían productos como el jade, la obsidiana, el cacao y la sal.
2. Región central: es una zona de tierras bajas con un clima muy lluvioso. El paisaje característico es la selva, con abundancia y variedad de árboles, entre ellos la ceiba (el árbol sagrado de los mayas), la caoba, la palma y el chicozapote (el árbol del chicle)
3. Región del norte: corresponde a la Península de Yucatán. Es una zona de tierras bajas, pero con un clima más seco y, por lo tanto, tiene menos vegetación que la selva. La lluvia es escasa y hay pocos ríos, pero existen unos pozos naturales, los cenotes, que se forman por las aguas subterráneas y posibilitan la agricultura.
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